Le dijeron que el sueño es sólo un suspiro que se atreven a respirar los afortunados.
No les hizo caso, y se fue a buscar el destino como el que busca el primer beso.
Le dijeron que el imperio necesita de blancos destellos, secretos de cornisa, y miserias humanas.
No les hizo caso, se abrazó a la memoria, se hundió en la tierra de sus antepasados, y se colgó a la cornisa del sistema.
Le dijeron que en el país de los libres, sólo comen los posibles, mientras se enriquesen los de siempre.
No les hizo caso, se convirtió en harapos, bebió el tequila de los hispanos, protegió a la prostituta de los infortunios, y se convirtió en presidente de la esperanza.
A pesar de las derrotas...
Sin hacer caso a los determinados...
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