Alguna vez se miraron por el cerrojo de una brisa.
Y su pelo azabache le disparó el recuerdo de una muñeca de su hermana.
Alguna vez, se miraron sin verse y el supo que ella sería un rebelde perfume.
Todavía acaricia la negación de la riqueza a pesar que ser rico era su destino.
Todavía se levanta con su rostro nuevo, pero se ve al espejo como esa niña con rulos.
Jamás quiso comportarse como el sistema le pidió que debía moverse.
Gambeteo hasta la muerte, y se jactó de ser cómplice "del Barba".
Ella sólo quería ser bella, pero su sangre se miró al espejo de los que la entregaron.
El se sabe una mañana con aliento a puchero, entre chapas de zinc y pan casero.
Ella mira su boleto a Francia y le hace una mueca a su hija por si no la reconoce.
"Y ya lo ve...y ya lo ve...es la gloriosa JP" le dice al oído un ruiseñor con traje de nostalgia.
"Maradooo...Maradooo" le gritan los carceleros, entre narcos, putas y bosteros.
Alguna vez se miraron por el cerrojo de una brisa.
El se puso los botines y se prepara para su último partido.
Ella se siente que su vida se partió por la mitad, entre la necesidad de marcar pasado
y la decisión de embriagarnos en futuro.
El Diego es así...
Y La Cristina lo sabe...
* Poema de bienvenida por el cumpleaños del Diego, y la serena espera deCristina...
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