
A veces me pregunto si las ilusiones se pueden colgar de tu vestido.
Podré soñar con mis hermanos que viajan como río, entre el llanto de
madres con pañuelos blancos.
Ayer le pediste un beso a la luna, y la luna se encogió como suspiro.
Un suspiro que llegó a tus cabellos y se convirtió en testigo de tu figura:
hay días que miro los años que se convirtieron en nuestros hijos.
Hay días que me siento la necesidad de volverme viento.
Un torbellino que borre silencios y miserias.
Amo mi pueblo porque mis años me hicieron su esencia:
"el río da muchas vueltas pero sabe a donde va..."
A veces me pregunto si la verdad es una gota de roció.
Buscar gotitas de nostalgia para lavar los rostros sin alma.
Y sentirse pleno de goce a la hora de mirar tus ojos.
Construyo felicidad en la medida que los ladrillos se unen como
soldados en el medio de la batalla.
Uno a uno se ordenan para la batalla final:
"el hombre que no contiene a su continente es presa del colonialismo
de sus flaquezas..."
Dame la mano a la hora de los infortunios, que yo sabré guiarte por mi sangre.
Serás niño, y mujer, hombre y bestia....amor y guerra...
la esencia misma de la multitud que estalla.