
Hay un silencio que suena a ti.
Y siento que se abren alas en mis oidos.
Besar tu cuerpo desnudo como un desafío,
y sentirme pleno...plenitud de goce.
Niña que interroga a los vientos, es presa de sus
dudas.
¿Puedo acostarme en tus dudas para que vayamos
soñando certezas?
Ahora tus cabellos se incrustan en mis manos...y te dejo partir.
Decidiste ser libre...y tu libertad es mi prisión.
Sabías que la casa se sabe a miel cuando el adiós es encuentro.
Hoy sudor con sudor...y mis manos entre tus cabellos.
Juan, el Gelman-amor, lo sabia hace rato:
"Se debe hablar enamorado y no del amor..."
Puedo ahora, mirar tus ojos con mis ojos y ser piel de tu piel.
Niña-mujer que vive es como la copa que contiene el nectar de los sabios.
Nos bebemos como vino, y nos amamos como brisa.
Quiero ahora recorrer tu destino y sentirme tu presente.
Quiero que la casa tenga sabor a miel...y tus cabellos se incrusten en
mis manos.
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