
No entienden...
Cuando Cristo se hace hombre, ojos, manos, hambre y sed.
Cuando las ansias cobijan a cuerpitos desnudos que no tienen que perder:
son los derrotados del desamor.
¿Alguna vez te dolío la herida abierta de la patria?
¿Cuántas veces bebiste el vino agrio de los ilusionistas?
El cura besa los pies del harapo, y en el Vaticano se lustran las copas del dulce
oro.
No todos los caminos conducen al palacio Romano.
No todas las sotanas besan pies negros de nostalgias.
No entienden cuando la voz se hace llanto,
y el llanto es un grito que te zumba como cristal.
Nunca entendieron nada...porque la nada es parte de su sermón.
Bienaventurados los que tengan hambre y sed de justicia.
Bienaventurados los perdedores porque de ellos será el reino de los infortunios.
Bienaventurados los ciegos, porque Cristo es piel y sólo se hace visión para liberarnos
de los hipócritas con poder.
0 comentarios:
Publicar un comentario