La ilusión a veces se mide con gotitas de utopía.
Una dosis de ternura, y un sabor amargo de desdicha.
A veces un disparo a la ilusión es un asalto al imposible.
Creer que somos un universo de partículas, cuando se nos gotea el cielo raso de lo humano.
Ayer te vi covertida en mujer, y soné con tu pollera que me besaba mis pantalones cortos como suspiro.
Es hermoso recostarme en tu regazo, y saberme universo cuando lo hacemos de madrugada.
El amor es una apuesta sin jugada.
Un Alerquín sin rey, que juega a comer risas, mientras se convierte en ruiseñor de tus ansias.
La ilusión a veces se mide con gotitas de utopía.
Un sauce llorón a la vuelta de la esquina. Y tu mirada como puñalada en mi espalda, a la hora que me dejo partir.
Dejo que tu me acompañes a la construcción de la familia, y te descubro multitud, vestida en harapos de
Whitman.
Hombre y mujer como un cristal que se reconoce espejo.
Multitud de destino como un disparo a la deriva...